Soldado en la Guerra de los Mil Días hacia 1901-1902 y maestro de Escuela, dos detalles biográficos de Porfirio Barba Jacob que retoma el poeta Jandey Marcel solviyerte en el poema A orillas del Combeima aparecido en su libro Versos de los Mil días (2017). Aquí el poema:
A orillas del Combeima
Era la viveza para buscar gallinas y hacerlas freír por comadres improvisadas, y todos los generales del Gran Estado Mayor de aquellla columna de 1500 hombres llevaban el bigote oliendo a gallina frita. Yo tenía que cargar mi caballo con bultos de carne, de sal, de exquisitos panes. Líchigos llaman por allá a los bultos. Y yo llevaba tantos, que me apodaron el teniente líchigos.
Porfirio Barba Jacob
Venido desde las alta montañas antioqueñas,
el futuro y humilde profesor de escuela
se halla reclutado por las fuerzas del gobierno.
Tras una larga marcha el pelotón descansa
para bañarse en el río, y Miguel Ángel Osorio
contempla la desnudez de sus compañeros
con exceso de lujuria y de ternura confundidos.
A medida que los observa la pasión lo domina
y hallará en aquellos instantes el deleitoso germen
de un placer prohibido que hará suyo en Centroamérica.
El joven soldado, el futuro y efímero profesor de escuela,
recuerda las tardes de Santa Rosa de Osos, y los llanos
del Tenche, y a Teresita, su novia, "la Flor de los Crepúsculos";
y a lo largo de una guerra tan cruenta se pasará las horas
sin ver jamás al enemigo, protegido por un halo de misterio.
A orillas del Combeima, mientras amoroso contempla
los cuerpos jóvenes desnudos que con el agua juegan,
el futuro gran poeta, el maestrito de escuela, desconoce
que en su nombre un más grande nombre dentro lleva.
En los yermos tolimenses, a orillas del río Combeima,
muy liberal de pensamiento contemplando la bellleza,
el joven santarrosano reclutado por las fuerzas del gobierno
labra así su gran destino, oculto en un halo de misterio.